¿Qué tienen en común el Big Bang, una erupción volcánica en Hawai y la diminuta Osa Mayor? Son la prueba de que, en la naturaleza, el cambio es la única constante. A primera vista, nuestro planeta azul puede parecer en gran medida estable, pero una mirada más atenta revela que las cosas cambian constantemente, en todas partes y todo el tiempo. Un acontecimiento que los humanos podemos considerar un desastre natural también puede ser la fuente de una nueva vida.