Hace más de dos mil años, la península Ibérica formaba parte del imperio romano y recibía el nombre de HISPANIA, que significa TIERRA DE CONEJOS, por la extraordinaria abundancia de este popular animal. Plinio el Viejo la recorrió por completo en el siglo I y la describió como un edén; un paraíso de animales salvajes en el que el conejo, como animal presa por excelencia, propiciaba la abundancia de gran variedad de especies. En nuestros días, el conejo sigue siendo una pieza clave en el entramado natural de la península Ibérica, aunque ya nada es como era en los tiempos de los romanos . Hispania, Tierra de Conejos nos adentra en el antes y el después de lo que era HISPANIA y refleja la importancia del conejo para la supervivencia de las poblaciones de los animales depredadores más emblemáticos de la fauna ibérica.