La biógrafa Martha Zamora describe los rebeldes años escolares de Frida, en los que se relaciona con los chicos y conoce a Diego Rivera, un artista superestrella que cambia su vida. Pero en 1925, un trágico accidente frustra la ambición de Frida de convertirse en médico. Enfrentada a una vida de dolor y lesiones, canaliza este dolor y lo utiliza como catalizador de su carrera artística.