Vivir en familia puede reportar a los animales importantes ventajas evolutivas pero los diferentes miembros tienen distintos intereses basados en su nivel de inversión y en sus probabilidades reproductivas futuras. La selección natural ha producido todo tipo de combinaciones, algunas pueden parecer poco eficientes, pero sin duda todas funcionan. El cuidado parental es una adaptación evolutiva por la cual un animal no se limita a producir copias de su material genético, sino que además dedica sus esfuerzos para aumentar las posibilidades reproductivas de esas copias, incluso a costa de su propia reproducción futura. La selección natural actúa a su vez sobre las crías para obtener de sus cuidadores una cantidad óptima de cuidado parental que puede no coincidir con el ideal desde el punto de vista de los padres. Esto provoca conflictos entre los miembros de la familia. Un fascinante entramado que ha dado lugar a una increíble diversidad en las relaciones entre padres e hijos.