Destiny vuelve al Festival de Eurovisión más fuerte que nunca. La que fuera candidata de Malta en 2020, repite como abandera del país insular con el tema "Je me casse": un canto de liberación femenina que rompe con los roles tradicionales y la imagen de 'mujer florero'. Empoderada, seductora y convertida en toda una reina, la artista reivindica el derecho a opinar, actuar y decir "Me largo" o "No es no".