La Unión Europea ultima los detalles de su acuerdo migratorio con Turquía en medio de las críticas de organizaciones internacionales de derechos humanos y las advertencias de Naciones Unidas. El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados recuerda a los 28 que la convención de Ginebra y la legislación Europea prohíben las explulsiones colectivas de extranjeros y obligan a estudiar caso por caso cada una de las peticiones de asilo. En Estrasburgo, el pleno de la Eurocámara ha debatido también ese controvertido acuerdo entre Bruselas y Ankara que supone un cambio radical en la estrategia europea para gestionar la crisis de refugiados. A partir de ahora, la Unión devolverá a Turquía a todos los que lleguen ilegalmente a las costas griegas, da igual que sean demandantes de asilo, como los sirios que huyen de la guerra, o inmigrantes económicos. Por cada sirio expulsado, Europa acogerá a otro que viaje legalmente. A cambio, Turquía recibirá 6.000 millones de euros y la eliminación de vis