Atenas y sus socios de la zona euro intentan cerrar un acuerdo sobre el futuro de Grecia. En el Eurogrupo reunido en Bruselas, su ministro de finanzas ha pedido formalmente una extensión de la ayuda financiera durante seis meses. Atenas asume que el punto de partida es el rescate actual, se compromete a no tomar medidas de forma unilateral y acepta que la Comisión, el Banco Central y el Fondo Monetario continúen supervisando al país. Grecia ha hecho cesiones pero insufientes para algunos de sus socios y, en particular, Alemania que rechaza abiertamente su propuesta.Y para que haya acuerdo es necesaria la unanimidad de todos los miembros del euro. Hasta aquí se ha llegado con el dramatismo propio de las grandes negociaciones, después de mucha tensión y con el implacable peso de la evidencia: el rescate actual acaba la semana que viene y Atenas necesita una financiación que no logrará sin la ayuda de sus socios europeos. Los bancos griegos no tienen acceso al mercado, la huida de capital