El pulso entre Grecia y sus socios se ha vivido esta semana en Estrasburgo porque hasta aquí, hasta el Parlamento Europeo, ha venido el primer ministro griego a explicar su posición. Avalado por el rotundo no del referéndum en su país, un 61% de los griegos ha rechazado las propuestas de los acreedores, Alexis Tsipras ha pedido un acuerdo justo que evite la ruptura. La Eurocámara lo ha recibido con una mezcla de abucheos y aplausos y de ella se ha llevado apoyo y críticas, según un lado u otro del hemiciclo.Vivimos horas decisivas para el futuro de Grecia y de la Eurozona. Durante los últimos meses se han puesto muchos plazos pero el de ahora parece ser realmente el último. Este domingo, los jefes de gobierno de toda la Unión, los que comparten moneda y los que no, tomarán, eso han dicho al menos, una decisión definitiva ante la que en palabras de Donal Tusk es la crisis más grave en la historia del euro.Debate sobre la situación de Grecia en Europa con los eurodiputados Pablo Zalza (d