Crece la tensión negociadora entre Grecia y la Unión Europea. Mientras Tsipras y su gobierno explican en Bruselas y otras capitales sus medidas económicas y sus propuestas para la deuda, el Banco Central tensa la cuerda y anuncia que, a partir del miércoles, deja de aceptar como garantía de pago la deuda de Grecia. Mario Draghi cierra así la mayor fuente de financiación exterior del país y obliga a Atenas a negociar contrarreloj con socios y acreedores.  El gobierno griego intenta buscar aliados en Europa, pero a pesar de haber renunciado a su propuesta más radical, la quita de parte de la deuda, en Bruselas encuentra fuerte resistencia a su programa económico y en Alemania abierta oposición. Francia e Italia son más comprensivas, se proponen como mediadoras entre Atenas y el resto de sus socios de la zona euro, pero le recuerdan también que debe cumplir sus compromisosBruselas cierra la etapa de recesión. Según sus previsiones de invierno, y por primera vez desde 2007, este año crecer