Los 28 apoyan el plan de inversiones de Juncker, pero aceptan las exigencias de Alemania y dejan claro por escrito que deberá respetar las reglas actuales de déficit y deuda. Merkel reclama también, que no se gaste un euro más de lo previsto e insiste en que el proceso lo lidere el Banco Europeo de Inversiones para evitar interferencias políticas. España pide utilizar el plan para acelerar las interconexiones energéticas. Además de esas inversiones, la agenda de la comisión para el año que viene incluye avances en la unión energética y el mercado digital, lucha contra la evasión fiscal y una política de inmigración más coordinada entre todos los europeos. Y todo eso con menos leyes, con apenas 23 normas nuevas porque el ejecutivo comunitario aspira, en palabras de su vicepresidente Timmermans, a limpiar el escritorio y a dejar en él sólo lo prioritario. Por el momento, ha decidido ya retirar o cambiar decenas de propuestas legislativas que estaban atascadas u obsoletas y amenaza con