Los chalecos amarillos marcan la agenda política en Francia y lo que empezaba siendo una protesta por la subida del impuesto al diesel se ha convertido en una protesta global a las políticas liberales de Macron. Pero esta revolución ciudadana en las calles se extiende ya a otros países de diferente corte político . En Hungría miles de personas han salido a las calles en contra de la que denominan "ley de la esclavitud", una reforma laboral que aumenta la jornada de trabajo... También en Portugal donde han salido a la calle para pedir una subida salarial y la bajada del precio de los combustibles. Este fin de semana, ante la Comisión y el Consejo Europeo, organizaciones de la ultraderecha protestaban contra el pacto mundial de inmigración ratificado por la Unión Europea. Esta semana se ha celebrado el día internacional de las personas migrantes. Según datos de Naciones Unidas cada año 250 millones de personas abandonan su país y su casa en busca de vida mejor. Muchas huyen de la guerra