¿Debe la Unión Europea, su historia y sus valores convertirse en una asignatura en los colegios y escuelas de todos los estados miembros? ¿Es una manera de proteger el proyecto común y de hacer que los más jóvenes conozcan y valoren lo que ahora dan por descontado? Es una de las ideas que ha puesto sobre la mesa la primera cumbre sobre educación que se ha celebrado en la Unión Europea. El debate está abierto.
La educación sigue siendo competencia de los estados, pero Bruselas cree que hay muchas cosas que deberían hacer juntos para lograr un espacio educativo común. El aprendizaje de más idiomas, el reconocimiento de títulos, los intercambios entre universidades, el impulso a las capacidades digitales y al emprendimiento pueden contribuir, según la comisión, a preparar mejor a los jóvenes y a reforzar su identidad europea. Quiere lograrlo para 2025.