Theresa May, la primera ministra británica se estrena en una cumbre europea con un mensaje claro: el Brexit no tiene vuelta atrás, pero el Reino Unido jugará un papel fuerte mientras siga en la Unión. Londres quiere el control de la inmigración y evitar los tribunales europeos sin perder el mercado único y sus socios, con Francia a la cabeza, le advierten: si quiere un Brexit duro, tendrá una negociación dura. Las relaciones con Rusia, los problemas para cerrar los acuerdos comerciales con Canadá o Estados Unidos y la política de inmigración y asilo han estado también sobre la mesa de esta cumbre europea de otoño. Los 28 están pendientes de la batalla de Mosul contra el estado Islámico, y temen sus consecuencias: por un lado, una nueva crisis humanitaria y de refugiados y por otro, el posible retorno de yihadistas a Europa. Nos vamos a asomar también a los escenarios del Be Festival, el festival de teatro europeo de Birmingham, que estrena en España tres de sus mejores propuestas: do