Inquietud por un lado, alivio por otro. La Unión Europea se mueve entre la preocupación por la inestabilidad política en Italia y el ascenso allí de los antieuropeos en el referéndum perdido por Mateo Renzi y el desahogo que ha supuesto la victoria en Austria del proeuropeo y progresista Van der Bellen frente al candidato de la ultraderecha nacionalista. En un momento en el que las elecciones nacionales se leen cada vez más en clave europea, la derrota del populista y de su mensaje euroescéptico en Austria es el primer respiro que tiene la Unión en mucho tiempo. Bruselas destaca que Europa ha sido central en la campaña para la elección del presidente y dice que el resultado habla por sí solo. A Italia, le pide respuestas convincentes, reformas económicas y medidas para gestionar la crisis de sus bancos. Los riesgos que conlleva la inestabilidad política en Italia están, entre otros motivos, detrás de las medidas aprobadas por el Banco Central Europeo en su última reunión del año. El B