Pendiente de Estados Unidos. Como el resto del mundo, la Unión Europea sigue al milímetro la recta final de la carrera entre Hillary Clinton y Donald Trump hacia la Casa Blanca. Sólo los estadounidenses votan el martes entre los dos candidatos pero su decisión puede marcar el orden mundial y en particular, las relaciones transatlánticas en los próximos cuatro años. Europa no ha sido ni para Clinton ni para Trump un argumento de peso en sus campañas, pero el apoyo del magnate al Brexit, su exigencia de que los europeos gasten mucho más en defensa o sus elogios a Putin, hacen que la balanza de Europa se incline del lado de Clinton.