La fragmentación de la zona euro ha planeado más que nunca en la UE y la posibilidad de una salida de Grecia del euro ha dejado de ser tabú.
Grecia se prepara para una nueva cita electoral y el apoyo de Bruselas a su permanencia en el euro no ha logrado calmar los mercados.
Hollande regresó de Berlín con el compromiso alemán de empezar a hablar de los eurobonos, algo a lo que hasta ahora se había resistido. Las cumbres del G-8, la de la OTAN y una reunión con Obama completan la agenda internacional de Hollande en esta semana.