El discurso sobre el Estado de la Unión, una tradición en la que el presidente evalúa cada año ante el Congreso la situación de Estados Unidos y expone sus prioridades de gobierno, es una de las grandes citas del curso político en Washington y, aunque Donald Trump ya se dirigió a las dos cámaras del Congreso en febrero de 2017, aquella intervención no se considera técnicamente una alocución sobre el Estado de la Unión, dado que apenas llevaba un mes en el poder.