Visitamos Múnich con motivo de uno de los eventos más conocidos de Europa y del mundo: La fiesta de la Cerveza. La celebración de una boda real se tradujo en un festín de dimensiones tales que hasta hoy se recuerda. Regada, como no, por el jugo de la cebada (¡y del trigo!). Pero la capital de la región Bávara es mucho más que fiesta. Descubrimos una ciudad próspera, con muchas alternativas de ocio, una gastronomía formidable y una vida cultural infinita.