A las once y media de esta mañana se le practicaba la autopsia al cuerpo sin vida de Enrique Morente a petición de su familia. El sábado día 11, 5 días después de la segunda operación., la familia del cantaor presentó una primera denuncia en los juzgados de Madrid, y ayer mismo, tras su fallecimiento, otra. La autopsia determinará las causas de su muerte y servirá para decidir si hubo o no mala praxis por parte de la clínica. A la una del mediodía una bandera andaluza y otra española con crespones negros recibía en la Sociedad General de Autores a todos los que se acercaban hasta allí. Allí estaban ya los jóvenes flamencos que querían y admiraban al maestro: Poveda, Arcángel, el Negri y José Luís Bargas. Los cantaores, los músicos, sus compañeros dicen que Enrique Morente era un genio, como Camarón, como Picasso. Su hueco no lo llenará nadie, ni su bondad tampoco. A partir de las cinco de la tarde la capilla ardiente abre sus puertas a todo el que quiera despedirse de Morente. La mue