Raquel tenía 41 años cuando conoció una noticia que lo cambiaría todo: padecía una fibrosis pulmonar y debía recibir un trasplante antes de 12 meses. Este capítulo se centra en el caso de una mujer independiente y con dos hijos, Alba (19 años) y Ángel (9 años), que vio cómo la enfermedad la consumía hasta que su vida pendió de un hilo. Raquel narra cómo vivió la espera del órgano y la tensión vivida, que se convirtió en máxima urgencia cuando cumplió su fecha límite y paso a ser una 'paciente cero', como se denomina a los posibles receptores que deben ser trasplantados inmediatamente porque corren el riesgo de fallecer en cualquier momento.