La borrasca Bruno ha dejado en las últimas horas en Asturias olas de más de diez metros de altura, rachas de más de 120 kilómetros por hora e intensas nevadas que obligan al uso de cadenas en nueve puertos de la red secundaria de carreteras. Asturias se encuentra en alerta naranja por fuerte oleaje en todo el litoral, lo que mantiene amarrada a la flota pesquera, y en amarilla por nevadas en la cordillera, Picos de Europa y la suroccidental. La boya del puerto de Gijón ha registrado esta mañana olas de más de diez metros, en una jornada en la que todo el litoral asturiano está en alerta naranja por oleaje. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya ha desactivado la alerta por fuertes vientos, que durante la pasada noche han alcanzado rachas de en torno a 120 kilómetros por horas en varios puntos de la región, como Cabo Peñas y Cabrales. En Oviedo, donde las rachas han superado la pasada noche los 70 kilómetros por hora, el viento ha derribado varios árboles del Campo de San Francis