Pablo Chiapella conduce su jeep rumbo al Pirineo de Navarra; su destino es Burgui, un pintoresco pueblo de montaña del valle del Roncal. En Burgui nuestro paisano va a pasar 48 horas. Durante su estancia en Burgui, Pablo vivirá experiencias de lo más increíbles; con Pedro aprenderá a esquiar sin nieve, con las chicas de oro se convertirá en un crack del Poquino, también tendrá tiempo de hacer esculturas con una motosierra y, como colofón final, se dedicará a alimentar a un centenar de buitres hambrientos. Burgui, cuenta con unos paisanos fuera de lo normal y con un río que es el orgullo del pueblo, el Esca. Este río forma parte de la vida de los burguiarras, quienes han obtenido muchos beneficios de sus aguas, aunque no todo han sido buenos momentos. Y así se lo cuentan Tomàs, Visi, Elena e Isai a Pablo. Todas las experiencias vividas e historias explicadas por los paisanos de Burgui, Pablo las recogerá en un monólogo en el que contará, con una fuerte dosis de humor, su paso por est