“Nunca he estado con Putin”- decía esta semana Donald Trump – “Nunca le he visto”. De todas las polémicas que le persiguen desde su campaña electoral hasta ahora, hay una de la que el presidente de Estados Unidos no logra zafarse: Rusia. Sus lazos con Putin le han enfrentado con los servicios de inteligencia y con la prensa antes incluso de llegar a la presidencia. Ahora, a punto de cumplirse un mes en la Casa Blanca, aumentan las presiones en el Congreso para que se investiguen los contactos de la administración Trump y Rusia, sobre todo después de la renuncia, esta semana, de su asesor de seguridad nacional Michael Flynn. Analizamos la política exterior del presidente con Martin Indyk, vicepresidente del Instituto de estudios “Brookings”. Predice que Trump ha llegado para quedarse y agotará sus dos mandatos. Hablamos también del viaje del primer ministro israelí esta semana a Washington. Trump ha ido más allá que Bush y cuestiona la doctrina de los dos Estados. También espera ver que