Además de la crisis del sistema de integración holandés, el rechazo a la austeridad impuesta por Bruselas juega a favor del candidato ultraderechista. Las elecciones en Holanda son las primeras de las tres que están convocadas, en principio, este año en Europa: Francia en abril y Alemania en septiembre. Servirán para medir el auge de la extrema derecha antieuropea y xenófoba.