La urbanización es una de las amenazas más importantes para la biodiversidad. Aun así, algunas especies se benefician de las ciudades por su falta de depredadores y el alimento que proporcionan. Y las personas también se benefician de la biodiversidad que hay en ellas por el bienestar psicológico que aportan. En la ciudad, personas y biodiversidad crean una simbiosis especial y única. Pero, ¿hasta qué punto las ciudades están preparadas para potenciar la biodiversidad?