Un lugar que rezuma agua por todas partes, con manantiales y acuíferos en buen estado, con acequias milenarias rodeadas por una flora exuberante es hoy una excepción. Ese lugar persiste en la cabecera de la sierra del Segura, se llama Letur y ha nacido del agua. Conserva un sistema de acequias de riego construido por romanos, moriscos y cristianos que la actual comunidad de regantes defiende mantener. Un sistema de regadío tradicional que se considera más eficiente energéticamente y que garantiza el riego para futuros habitantes, porque respeta el ciclo natural del agua y preserva los manantiales.