El Escarabajo Verde viaja en el espacio y el tiempo. Se embarca en la nao Victoria, o, mejor dicho, en la réplica exacta de ese barco del siglo XVI que hizo la mayor proeza de la historia de la navegación: circunnavegar por primera vez el globo terráqueo.Subir a bordo de una nave de estas características es una auténtica aventura aún haciendo un corto recorrido: el respeto a la historia es tal que no hay materiales modernos ni comodidades. Sólo el gps y el sonar por seguridad. Cualquier tarea requiere el esfuerzo de muchos de los 25 miembros de la tripulación.El capitán en este caso no es Juan Sebastián Elcano, pero las velas cuadras del barco requieren igualmente pericia. El primer tramo del viaje sin embargo se hace a motor, porque se trata del descenso por el río Guadalquivir. Ahí está prohibida la navegación a vela. Un práctico nos revela los secretos del río, y el contramaestre los compara con los obstáculos que se encontraban los marineros de la edad de oro de la navegación.Histó