La Directiva Europea de Residuos marca como objetivo para el año 2020 que la mitad de las basuras domésticas sean separadas y recicladas. Europa quiere cerrar los basureros, porque emiten gas metano que provoca efecto invernadero y también producen líquidos tóxicos que penetran en el suelo y acuíferos. Pero en España la mayoría de basuras domésticas todavía acaban en vertederos.