Los supervivientes de las playas afrontan el día siguiente al desembarco totalmente exhaustos. Muchos habían visto morir a sus compañeros y oficiales y desconocían lo cerca que podía estar el enemigo. Todo era miedo e incertidumbre. El sacrificio que costó el Día D resultaría inútil si no se lograba avanzar a través de Francia. La batalla iniciada duró 3 meses y cambió el rumbo de la guerra.