Ricardo y Baena se ven obligados a trabajar juntos. Ricardo ha salvado la vida de su tio y a cambio empieza a trabajar con la policía. Se han deshecho de El Rubio y ahora van a trabajar para el estado. Ramiro teme por su vida, está dispuesto a todo para salvarse. Y de nuevo trabajará para Ricardo. Mientras tanto la matriarca de los zíngaros, Celeste, sigue intentando vengar la muerte de su hijo.