Todos sentimos dolor, desde dolores físicos o emocionales concretos a dolores que no sabemos de dónde salen ni de qué nos avisan. Pero lo cierto es que todos tienen un destino común, el cerebro. El dolor es una experiencia subjetiva con múltiples variables biológicas y psicosociales que contribuyen a su enorme variabilidad interindividual. Podríamos decir que es casi imposible comparar y medir con precisión el dolor de cada uno de nosotros. Pero, ¿y si se pudiese cuantificar objetivamente? En este programa viajamos al mismísimo origen del dolor, desde las fibras nerviosas hasta su representación en el cerebro, para entenderlo, objetivarlo y, en la medida de lo posible, tratarlo. Conocemos tratamientos pioneros y el potencial terapéutico del placebo y entendemos por qué cada uno vivimos la experiencia dolorosa de forma diferente y cómo se puede controlar ¡si es que se puede!