Los humanos ya consumían sustancias alucinógenas hace milenios, pero en la primera mitad del siglo XX, se empezaron a investigar científicamente. En los 60, estas drogas salieron de los laboratorios y entraron en la contracultura. La élite vio este movimiento como una amenaza y los estudios científicos con alucinógenos se cortaron de la noche a la mañana y permanecieron congelados durante 25 años. La investigación se retomó de tímidamente a mediados de los 90 y ahora vemos un boom. Cada vez hay más ensayos clínicos, y medicamentos psicodélicos cercanos a su aprobación para la depresión o el estrés postraumático. Pero todavía hay mucho que testear y se necesita cautela. Hay modas, como las microdosis, que no han demostrado eficacia, y todo un universo underground muy poco controlado. Veremos cómo los psicodélicos actúan en el cerebro,