Isabel Arteaga, hija de una adinerada familia relacionada con el franquismo, desaparece en misteriosas circunstancias. Al poco, sus secuestradores reclaman a la familia un costoso rescate. Clara se involucra en el caso como periodista y como amiga de la joven. Jesús la acompaña en la investigación, aunque tiene por su parte sus propias preocupaciones: tras la publicación del retrato de Santafé los teléfonos en la redacción no dejar de sonar y Camacho está más que harto de las injerencias del periódico, y sobre todo de Jesús en la investigación sobre el paradero del asesino del Rosario. Por otro lado, Clara pide a Gerardo que abandone al psiquiatra y el duro tratamiento al que le tiene sometido para “corregir” su homosexualidad. Jesús también tiene sus propios problemas personales, la boda de Rebeca y Camacho es inminente, aunque la novia comparte sus dudas al respecto con Jesús, alimentando sus ilusiones. Rebeca no acudirá a la boda, pero no por los motivos que cree Jesús.