Un intruso entra en la casa de la sierra de la tía Laura y le deja un mensaje inquietante. Lo que en un principio parece ser obra de su acosador habitual, resulta ser una maniobra de distracción para esconder el verdadero delito: le han robado un pequeño cuadro de Sorolla y ha sido sustituida por una falsificación. Siguiendo el hilo del falso cuadro, descubren una sórdida historia de pobreza y genialidad. Por otro lado, Aparicio y Aníbal conocen la curiosa historia del apoderado de una figura del toreo que asegura que se va a criogenizar. En la redacción, la situación está tensa: por un lado, Clara se entera de la presencia de Cabrera, el amante de su marido, como nuevo censor del periódico. Y por otro, la mujer de Rodrigo descubre su relación con Paloma y amenaza con cerrarle el periódico.