Tras una reunión de conciliación muy poco conciliadora, a Julia se le abre un nuevo frente: lograr que Diana respete la estrategia de su divorcio. Las esperanzas de recuperar el taller no están perdidas, pero la vida sigue para el equipo y no es solo Ribero, ya maleta en mano, el que se plantea un futuro lejos. Olga también se plantea abandonar el pueblo, si finalmente no recupera su trabajo, ni a su hijo. En la colonia, Carmen y Víctor trabajan sin descanso en desenmascarar a Ventura y Patricia, para que el joven pueda salir de esa celda. Y Carmen cree haber descubierto un hilo del que tirar y que los verdaderos culpables terminen entre rejas. Linda está ya determinada a hacer una de sus grandes fiestas de cumpleaños, sin reparar en gastos, porque el dinero nunca ha sido un problema para ella. Hasta ahora… Por su parte, Kiros empieza a mostrar un repentino interés por los estudios… ¿Tendrá que ver con que, para la emancipación, se requiera un título académico?