Sergio sigue imponiendo sus condiciones en la disolución del taller y la liquidación se convierte en un hecho. Pero a los trabajadores, si bien no pueden hacer nada por evitar el fatal desenlace, lo que sí pueden es ponérselo a Sergio lo más difícil posible. Erik parece que al fin da su brazo a torcer y accede a disculparse con Mario y compensarle por romperle su tocadiscos. Pero lo que suponía un avance pronto se convierte en un conflicto más que lleva al joven a tomar una decisión drástica. Carmen entra en un estado de consternación al creer que Patricia puede estar implicada en el golpe de estado y, por lo tanto, en la injusta encarcelación de Víctor. Todo su afán, a partir de ese instante, será desenmascararla. Por su parte, Kiros cada vez se siente más marginado y rechazado por sus compañeros. La situación alcanza tal gravedad que empuja al joven hacia el peor de los aislamientos.