En los últimos años, la gran red de espías chinos distribuida a escala mundial viene sustrayendo decisivos secretos industriales y de la defensa de los países de Occidente.Tras un siglo de influencia occidental, China está dispuesta a cambiar el Orden Mundial para 2049, fecha en la que pretende instaurar su hegemonía comercial, militar y tecnológica en todo el mundo.Durante las últimas décadas, las democracias occidentales no han sido precavidas en su relación con China. Europa y Estados Unidos abrieron sus puertas comerciales e intensificaron relaciones de asociación industrial y científica, aparentemente inofensivas, bajo el manto de la amistad. Pero la realidad era otra. Occidente, preocupado por el terrorismo islamista, subestimaron las capacidades de inteligencia chinas destinadas a conseguir las ambiciones de Pekín. La DGSE, el M16 y la CIA consideran ahora que la inteligencia china constituye la mayor amenaza en injerencia extranjera. Empresas aeroespaciales, tecnológicas y ejér