El nombre de Paul Newman se asocia inmediatamente con unos luminosos ojos azul celeste. Pero detrás de esta mirada irresistible, había un hombre comprometido y sensible. El actor, conocido en el mundo por su belleza, fue de hecho un incansable portavoz de la tolerancia y el respeto. Se involucró en la defensa de los derechos de los homosexuales, además de oponerse al intervencionismo estadounidense al denunciar abiertamente la maquinaria de propaganda del gobierno de Nixon. La muerte de su propio hijo por una sobredosis llevó al establecimiento de la Fundación Scott-Newman para ayudar a los jóvenes a liberarse del abuso de drogas y alcohol. Esta película desentrañará el glamour superficial que rodea a Newman para mostrar la profundidad del hombre que se escondía detrás del magnetismo de su mirada.