La fotógrafa catalana Nuria López Torres se ha especializado en los derechos humanos, sobre todo en temáticas relacionadas con la mujer, el género y la violencia. Su trabajo ha tenido lugar básicamente en Latinoamérica, pero con la pandemia y el confinamiento su cámara enfocó hacia su familia, donde encontró una historia de tintes universales. La fotografía, pero, no fue siempre su profesión. En sus inicios, debido a los problemas para vivir de ello, decidió dejarla, aunque años después, tras un viaje a Cuba, retomó su pasión. Vivió un punto de inflexión al conocer a Isabel Holgado, antropóloga e investigadora en temas de género, que la puso en contacto con personas transgénero, un mundo del que entonces no se hablaba. A partir de ahí, fotografió a transgénero en diferentes países y culturas para acabar especializándose en aquello vinculado con el mundo femenino y la identidad en su sentido más amplio. Un trabajo que, visto con perspectiva, se avanzó en el tiempo.