La historia de la industria del automóvil está intrínsecamente ligada a la industrialización y la globalización. Los primeros coches y todos sus componentes se producían generalmente en fábricas individuales (excluidos neumáticos y baterías), pero a partir de la producción en masa a gran escala, a principios del siglo XX, los centros de fabricación se multiplicaron. Hoy en día, un automóvil promedio está hecho de alrededor de 30.000 piezas, de las cuales sólo el 15% es producida por el fabricante. Los coches modernos son más complejos que nunca, requiriendo de cientos de miles de semiconductores para controlar todo, desde el encendido hasta el sistema de frenos en una unidad única. Durante la pandemia de Covid-19, el suministro de semiconductores se desvió para satisfacer la necesidad de productos electrónicos de consumo. Además, la geopolítica y los desastres naturales han alterado la cadena de suministro de materias primas para semiconductores.