Curro Jiménez y sus hombres asaltan una casa de juego. Les persiguen y separan. "El Estudiante", con el dinero robado, se refugia en una casa pobre, donde es atendido por el dueño, un anciano que se dedica a buscar aguas subterráneas con un péndulo, y que vive con su hija enferma y el hijo de ésta.