A través de una simpática ficción descubrimos al jabalí como un auténtico todoterreno. No hay nada que se le resista. Es como un bulldozer que arrasa con todo lo que se pone a su paso. De una gran fortaleza, su dura piel le permite adentrarse en los terrenos más intrincados. El planteamiento de este capítulo de Cuaderno de Campo es ir desgranando las singulares características que hacen del jabalí un auténtico piloto de rallies. Duros, resistentes y competitivos por un lado, viven en sociedad y necesitan de un buen sistema de comunicación entre los miembros del clan. Todos estos elementos se presentan a través del Cuaderno de Campo y nos hacen entender de forma amena la facilidad que tiene para acoplarse casi en cualquier lugar, por inhóspito que parezca. Pero también sus poderosos colmillos y espíritu de equipo hacen que puedan defenderse de enemigos naturales tan peligrosos como el lobo.