Glaciares, bosques, montañas nevadas, ríos desbordantes, paisajes solitarios, y una fauna y flora abundantes. Visitamos los valles más desconocidos y exuberantes de España. Sus vecinos mantienen vivas las costumbres, la gastronomía de la tierra y protegen la naturaleza. El paisaje es el maná que da de comer a decenas de pueblos escondidos en las laderas de las montañas. Lugares que todos deberíamos conocer una vez en la vida que combaten el desempleo y la despoblación abriendo la puerta al turismo.