En el que se prevé como invierno más caro y más duro de las últimas décadas, decenas de ciudadanos se preparan para ahorrar y hacer frente a una hipotética escasez de energía, alimentos o materias primas. Llenan sus despensas de víveres, de agua o de velas. Buscan alimentos que no caducan y se entrenan para vivir sin luz o sin calefacción. Son los llamados preparacionistas. España se convierte, además, en destino de quienes huyen del frío para abaratar la factura de la calefacción. Se calcula que el turismo crecerá este invierno en nuestro país hasta un 15% por la llegada de alemanes, holandeses y vecinos del norte de Europa. Vienen buscando un clima más cálido y pagar menos por la energía que en sus países. Los alemanes con 56 años de media son los extranjeros que más eligen Málaga para vivir. En la localidad costera de Torrox se encuentra la comunidad germana más grande de la península. Llegan, aseguran, porque en su país se ha triplicado la factura de la calefacción.