Cortes de luz, nóminas sin pagar, obras a medio construir, las deudas de muchos ayuntamientos están haciendo mella en el día a día de sus vecinos. Un pueblecito de 200 habitantes acumula una deuda de cinco millones de euros. Un constructor ha despedido a sus 400 trabajadores porque entre siete pueblos le debenonce millones. Hay municipios vinculados a la empresa del ladrillo o del mueble que han pasado de la opulencia a las deudas imposibles en apenas tres años.