Ha pasado de estar mal visto a convertirse en tendencia. Comprar, vender y vestir ropa de segunda mano alimentan un negocio que no tiene techo. El 70% de los españoles afirma haber comprado algo usado en el último año. El precio es la principal razón para el 77% de los consumidores, mientras que la sostenibilidad está detrás del 33% de las transacciones de este tipo. Compramos un 60% más de ropa que hace diez años y tiramos esas prendas después de usarlas una media de diez veces. Según los expertos, el mercado de la ropa de segunda mano seguirá creciendo. A partir de 2025 tanto ayuntamientos como marcas de moda no podrán tirar los excedentes textiles. La ropa usada tendrá que ir obligatoriamente al contenedor.