2.000 euros el kilo o tan sólo 12... la diferencia es tremenda pero tienen algo en común esas cifras: son los precios de productos que estarán en nuestra mesa en las vísperas y en las fiestas. Llegan las grandes comilonas y habrá quien pueda permitirse ostras y caviar, o quien disfrute con una chuleta de cerdo exclusivo, un buen pulpo o un cuarto de lechazo. En cualquier caso, sus productores están trabajando a destajo.