El desierto devora España. Tres cuartas partes de nuestro territorio son ya suelos áridos o semiáridos en riesgo de desertificación: entre las principales causas se encuentran la sequía, el abandono del campo, la sobreexplotación humana de los acuíferos o los incendios. En 2021 el fuego devastó 51.000 hectáreas. Sólo hasta agosto de 2022 las llamas habían arrasado unas 223.000.