Con 5.000 locales de ocio nocturno cerrados en España desde que comenzó la pandemia y sin el 85% los ingresos derivados del baile en pareja, academias de baile, discotecas y establecimientos de ocio se reinventan para resistir en tiempos de distancia. El baile, aunque sea de lejos, se ha convertido en una vía de escape buena para la salud y se ha trasladado a la calle o al interior de las casas.