La comida, la energía, la ropa que nos ponemos, la tecnología… entre el 80% y el 90% de lo que compramos llega en un barco mercante desde la otra parte del mundo. El contenedor es hoy un codiciado objeto de deseo, una pieza indispensable en el flete de mercancías y el epicentro de un negocio enorme y multimillonario. ¿Somos conscientes los consumidores?
La llamada crisis de los contenedores ha vuelto a poner de manifiesto que el mundo es una gran fábrica y los países son talleres conectados por grandes buques contenedores. Los expertos aseguran que los problemas en la cadena de distribución seguirán hasta bien entrado 2022. ¿Cómo y cuánto afecta a nuestra vida y a nuestro bolsillo que un contenedor no llegue a puerto?